Cuando la naturaleza entrega sus frutos del reino vegetal para ser consumidos por el reino animal, los entrega protegidos por las cortezas o cascaras. Los huevos como uno de los productos que ofrece el reino animal para su reproducción o para consumo de otros animales de orden superior, como el hombre, se encuentran protegidos por su cascara.  

Una vez cosechados los frutos o recogidos los huevos, las cascaras o cortezas, su empaque natural, conserva o protege su contenido, hasta el momento de su consumo o procesamiento. Una vez removido o roto este empaque natural, dejan sin ningún tipo de protección al material que contenían o que protegían y debe entonces procederse a su procesamiento o a su consumo en el menor tiempo posible para evitar su deterioro y potenciales daños en la salud de los animales que los consumen. El material de las cortezas o cascaras de los productos de la naturaleza, es en sí mismo un portador de nutrientes que se incorporan a la naturaleza, en el ciclo de la vida, en la tierra o suelo, el agua o el aire, sin dañarlos o afectar su desempeño. Esta incorporación se hace en procesos naturales de bio transformación, no queremos usar el termino biodegradación, porque no tenemos el criterio para juzgar ninguna transformación natural como una degradación, salvo cuando participa el hombre alterando la dinámica de estos procesos.